Preservar un tatuaje después de la muerte ¡ya es posible!
Los tatuajes se han convertido ya en una obra de arte que pintamos en nuestra piel y que solemos conservar a lo largo de nuestras vidas.
Hamm, tiene 60 años y se le ocurrió la idea de montar "Save My Ink" cuando se dio cuenta de la cantidad de tiempo y dinero que la gente invierte en sus tatuajes.
Para la conservación del tatu, utilizan un proceso químico y enzimático que aseguran que el tatuaje permanezca intacto, y que la piel se degrade.
Él mismo ha experimentado en su propia piel con trozos tatuados que había eliminado durante una cirugía plástica después de perder mucho peso.
El servicio se brinda a través de una asociación de la que hay que ser socio y pagar una cuota de inscripción de 115 dólares, además de una tasa anual de 60 dólares.
Después del fallecimiento, los familiares deben informar durante las primeras 18 horas a la asociación, y enviarán un kit de extracción con las instrucciones a la funeraria.