Donó un riñón a su jefa y la despidió por faltar al trabajo a causa de la operación

Debbie Stevens, estadounidense de 47 años, ofreció uno de sus riñones a su jefa Jackie Brucia, de 61 años, después de que ella le dijera lo desesperada que estaba por encontrar un donante.

"Ella era mi jefa y yo la respetaba. No quería que se muriera", decía Debbie. Después tuvo problemas de salud producido por la operación de trasplante y tuvo que faltar a su puesto de trabajo y por lo que fue despedida.

"Me siento traicionada. Esta ha sido una experiencia muy dolorosa y horrible. Ella recogió mi 'regalo', pero a mi me pateó", explicaba Debbie en el juicio tras la demanda legal que interpuso contra ella.

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